martes, 29 de julio de 2008

El Diario


Dejó el cuchillo y la taza en la bacha, les pegó una lavada. Percibió el silencio alrededor, y se sentó a leer el diario de hoy. Página a página sintió los embates de la guerra, fue un soldado herido, un campesino despojado de su tierra, un miserable asesinado por unos centavos en Villa Celina, un desaparecido que recuperaba su identidad, una familia destrozada por un misil en segundos... Posó su mirada en los avisos fúnebres, estrella, cruz, cruz, estrella, cruz. En el cuarto de al lado, la noticia de mañana agonizaba de cinco puñaladas.

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