jueves, 19 de junio de 2008

Preguntas

¿Pensar es extrañarte, o es sólo una condición abominable que se instaló en mi cabeza? Si ahora siento que no te tengo no me tengo que preocupar, si cuando te tenía me faltabas. O peor, me sobrabas. ¿Pero por qué la cabeza juega con nosotros, y pone a los recuerdos en un sube y baja?
Ahora lo veo. Todo es tan perfecto como en una película de los ´80, llena de clichés. Las sábanas tibias a la mañana. La frazada no está, te la envolviste por el cuerpo para ir al baño porque odias caminar desnuda por la casa. Tu ropa tirada por todo el cuarto. No te importa que se ensucie, porque te vas a poner mi camisa y me vas a decir que te encanta tener mi perfume en tu cuerpo. Y los dos sabemos bien que no tengo olor a perfume, pero vos insistís con que es ese olor a mí. Y hasta me lo creo.
Después viene el enojo porque prendí la tele. Reclamás un abrazo como condición para la amnistía y la guerra pasa a ser otra. No sé como conseguís que en una mañana tan fría no necesite abrigarme. Toda la casa entra en clima, el de tu ritmo.

Pero no. No pensaba esto esa noche, cuando a la una y media se te ocurrió llamarme porque no había ido a la casa de tu amiga. ¿Y qué carajo iba a hacer yo ahí? Si mi relación con tus amigas es clara y recíproca. Si es de tu conocimiento que nos odiamos mutuamente, ¿por qué voy a ir a estirar los labios y fingir una sonrisa innecesaria, contando los minutos para irme? Si sabías que todos mis amigos se juntaban a comer, ¿cuál era la necesidad que me lleves a un lugar tan extranjero para mí? ¿Por qué todo hay que solucionarlo en ese momento? Tu adicción a hablar por teléfono no la vi ni en un documental, y te cuesta aceptar que el celular es una vía de comunicación, no un hobby. Y si acaso para vos lo es, ¿qué parte no entendías que para mi era una tortura?
Claro que no pensaba eso, pero ahora, cuando el sol se esconde debajo de ese edificio que nos cubría con su sombra, prendo la luz para olvidarte. La casa está fría, y la ropa ordenada. Ya me olvidé como es el olor a mí.

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