domingo, 26 de agosto de 2007

Domingues

A lo largo de la infancia hemos recibido diversos tipos de preguntas, algunas relacionadas con el deporte, como “de qué equipo sos”, o “cuál es tu jugador favorito”. Quién no hizo alguna vez una ronda de penales diciendo: "Yo atajando soy Goycochea, Navarro Montoya o Passet, y pateando soy Medina bello, el Manteca Martínez, o incluso el Pampa Biaggio".
Pero también existían otras preguntas, algo misceláneas, como cuál es tu color favorito, o tu número preferido. Azul y rojo se robaban el protagonismo mientras que el siete, el cuatro y el diez también tenían lo suyo. Pero hay una pregunta cuya respuesta ha cambiado con el correr del tiempo y ha sido de lo mas variada: ¿cuál es el mejor día de la semana?
Ay ay ay, que preguntita... muchos han asegurado que como el viernes no hay otro, se termina la semana y comienza el tan esperado finde, todo parece alegría en esa jornada. Otros tantos no dudan en decir que el sábado es de lo mejor, porque se duerme hasta tarde, se hace deporte, se sale a la noche, y al día siguiente todavía se puede dormir.
Otros podrán optar por algún día de la semana, dado que hacen algo especial, como picadito de los miércoles, o alguna actividad extra curricular. Pero, visto y considerando que es una respuesta muy difícil de encontrar o generalizar, voy a invertir la pregunta: ¿Cuál es el peor día de la semana?
Y aquí las cosas se empiezan a poner un poco mas claras.
A pesar de que es un día en el que no hay responsabilidades, nadie elige al domingo como el preferido.
Fue el día que, según los católicos, Dios escogió para descansar. Para algunos es el primero de la semana, para otros el último, pero para nadie el mejor. No se puede quitar del imaginario colectivo la idea del domingo amargo, aburrido, nublado (como si nunca hubiera domingos soleados, irónicamente la traducción del inglés es el día del sol, sunday).
El simple hecho de saber que al terminar el día comenzará la semana agobiante, el domingo se convierte en nuestro enemigo, a pesar de formar parte del “sagrado” fin de semana.
Y lo peor que tiene es, sin lugar a duda, el período que va desde las siete de la tarde (ya ni fútbol hay para ver) hasta la media noche, porque no hay vuelta atrás, el finde está en su lecho de muerte.
A estas amargas cinco horas, una triste tarde de domingo caminando por el barrio de Balvanera, un amigo y yo dimos en llamarlas “Domingues”, la perfecta mezcla entre el domingo y el lunes.
Por eso, y ya sin temor a equivocarme, en esta tarde nublada y lluviosa de domingues en la que el aburrimiento me llevó a escribir estas palabras, declaro al nuevo día bautizado, como al peor de la semana.

1 comentario:

Dr. Hado dijo...

Jajajaj, podría sumar que hace rato soy católico y hace casi tanto rato que no voy a misa... por lo cual al domingo se le debe sumar la pequeña culpa que a veces aparece por faltar a la iglesia.
No obstante te corrijo, no es el peor día: podemos disfrutar de grandes programas como High School Musical la seleccion, y tiempo antes daban operación triunfo... dos programas que alegran a cuaquiera.