domingo, 24 de junio de 2007

Crédito

Salgo a caminar y donde quiera que veo gente, hay gente. A menudo ellos están solos y se los ve incómodos. Creo que no me equivoco si digo que la existencia del celular los tranquiliza, los conecta constantemente, al punto de poner en peligro de extinción a la soledad.
Pero lo cierto es que a la gente le gusta poder hablar con quien puede hablar y no soy quien para criticarlo. Pero hace una semana exactamente estaba yo en la parada de colectivo y escuche a unos amigos discutir, de manera tan absurda que tuve que transcribirlo:

Pedro- Ya es tarde, llamalo a ver si viene.
Marcos- Llamalo vos.
Pedro- Yo no tengo crédito.
M- Entonces yo tampoco.
P- Pero vos si tenés porque tu plan es libre.
M- Si vos no tenés entonces yo tampoco.
P- Entonces yo si tengo.
M- Llamalo entonces.
P- Por que, si vos también tenés crédito.
M- Si vos no lo llamabas porque no tenías crédito pero resulta que sí tenés, llamalo vos.
P- Yo dije que tenía para que vos tengas y lo llamés.
M- Al pedo, ahí está.
Juan- Que tal chicos, sorry que llegué tarde.
M- Podrías haber avisado no, boludo.
J- Es que no tengo crédito.
Eso fue todo, simple. Entenderán que los nombres los inventé.
Ahora me voy ya que llego tarde a una reunión y no tengo celular para avisarle a nadie

viernes, 15 de junio de 2007

Nuestros héroes

Sin darnos cuenta, hemos sido manipulados mentalmente a lo largo de toda nuestra infancia.
Cuando éramos chicos, solíamos pasar horas frente al televisor disfrutando de las distintas series que mostraban a nuestros superhéroes logrando grandes osadías y misiones. Y sin duda alguna, esos eran nuestros ejemplos a seguir, los disfraces que utilizábamos, las frases que repetíamos y hasta sus movimientos imitábamos. Sin embargo, con un par de años más, y por qué no algunas neuronas puestas en funcionamiento, podemos develar que fuimos engañados vilmente.
Algunas muestras de esta hipótesis:
Imagino que todos recordarán al marino Popeye, que para lograr sus grandes hazañas (y conquistar una mujer realmente fea, Olivia, que encima le era infiel con su archienemigo, Brutus) debía consumir el contenido verde de una lata (supuestamente espinaca) fumándoselo en su pipa. Por otra parte, Droopy con su gesto de constante modorra y pasado de vueltas, aparecía en distintos lugares sin explicación lógica (seguramente consumía algo que lo hacía teletransportarse, y así le quedaba la cara). A Superman, le mostraban una misteriosa piedra verde y se ponía como loco. Los Pitufos eran un montón, y sin embargo tenían sólo a una femenina (Pitufina, pobre de ella). Quizás por eso sólo se alegraban la vida arruinándosela a un cura (Gargamel), lindo ejemplo.
Pero evidentemente esas eran producciones de otros países. Acá lo teníamos a García Ferré, que inventó a Súper Hijitus, un linyero que vivía en la villa y se hacia el indefenso, pero que cuando se metía en su sombrero (vaya a saber uno que escondía allí) salía volando hecho un desquiciado. Y ni hablar de su “amigo”, el mercenario de Larguirucho, que un día jugaba con él y al otro intentaba matarlo (sin olvidar que pucho no paraba de fumar).
Y ahora todo el mundo anda desesperado por el alto consumo de drogas que hay en la Argentina… ¿de qué se quejan? Si ustedes nos prendían la tele.

martes, 12 de junio de 2007

Amsterdam bajo agua


lunes, 4 de junio de 2007

Camino a la fama!

Gente, les comento que nuestro blog está publicado ya en algunas comunidades, como es el caso de Technorati. Esperemos poder compartir nuestro pequeño espacio con mucha más gente.
Saludos
Technorati Profile

domingo, 3 de junio de 2007